La ultraderecha se suma al carro de la campaña para endurecer la ley del menor.

Tras varias semanas de intensa campaña mediática para hacernos creer que la actual Ley del Menor es "blanda" (lo es, pero para sólo para los hijos de los ricos) ayer se produjo en Madrid una concentración para exigir su "endurecimiento". Sólo unas decenas de personas, según Europa Press, acudieron a la manifestación convocada en el centro de Madrid. EFE informa de que miembros del partido fascista Alternativa Española encabezaban la concentración "arropando a los familiares de las víctmas".

Llevaban meses preparando a la opinión pública para lanzarse al linchamiento de los chavales que cometen delitos, amparándose en un terrible crimen de 2003 que no representa la tipología de los delitos que cometen los adolescentes encerrados en centros de menores, en su inmensa mayoría robos u otros actos contra la propiedad. Nos han ocultado, además, que se terrible crimen fue cometido por unos menores que, según la propia madre de Sandra Palo, habían sido detectados en situación de desamparo desde su más tierna infancia.

En una entrevista para El Mundo, María del Mar Bermúdez informaba de cómo "El Rafita" "comenzó a realizar maldades con 5 años, siendo su padre narcotraficante". Resulta terrible que esta madre se haya dejado embaucar por los mismo políticos que favorecieron, conocieron y mantuvieron las mismas condiciones de pobreza, maltrato, desamparo y exclusión social que llevaron a aquellos adolescentes a la droga y la violencia irracional. Comprendemos el dolor, la rabia y el odio de esta madre, como no, pero nos entristece comprobar que no es capaz de aceptar que por muy duras que sean las leyes, mientras haya niños en la miseria y la marginalidad serán posibles sucesos como este.

La manifestación fue convocada a bombo y platillo por todos los medios de comunicación (especialmente Telemadrid) e incluso Belén Esteban hizo un llamamiento a acudir en horario de máxima audiencia... Pero no ha sido suficiente para movilizar a la gente... Por fortuna, sigue estando mal visto manifestarse para proponer arreglar los problemas sociales a base de cárcel... Aunque sólo sea por eso, es una buena señal.